Saneamiento de tierras en seis regiones de Bolivia, 1996-2007

En 1996 se llevó a cabo una marcha indígena en las tierras bajas con el propósito de sensibilizar al gobierno acerca de la problemática de la tenencia de la tierra. El resultado fue la promulgación de la ley del Instituto de Reforma Agraria (ley 1715, 17.10.1996), cuyo objeto es “establecer el régimen de distribución de tierras y regular el saneamiento de la propiedad agraria en Bolivia”. Para una institución como CIPCA, dedicada a apoyar la producción campesina e indígena, el tema se convirtió en una prioridad pues la titulación de las tierras en favor de campesinos e indígenas es la base para poder seguir adelante con los temas económicos. Por ello, se dio seguimiento al tema de saneamiento de tierras a lo largo de diez años que fueron testigos de cambios en el país.

Al cabo de esos años, no se logró el saneamiento esperado ya que en el año 2006, apenas 10,6% de las superficies fueron tituladas. Como señala la introducción, la tierra y los recursos naturales son factores de poder y dos visiones de la propiedad de la tierra han surgido: la individual o empresarial y la comunitaria. Esta situación ha dado lugar a muchas tensiones entre sectores, incluso tensiones internas. Pero a la vez, se ha rescatado experiencias positivas, sobre todo de parte de las organizaciones campesinas e indígenas.

El libro está organizado en tres partes: la primera establece un balance de la situación diez años después del inicio del proceso de saneamiento de tierras. Empieza con un análisis de la problemática de la tierra en el país, a fines del siglo XX, y resalta la introducción del nuevo concepto de “territorio” planteado por las organizaciones indígenas de tierras bajas. También se presentan datos globales sobre el saneamiento de tierras en Bolivia. Otro capítulo está enfocado en las “Constataciones sobre la regularización del derecho propietario de la tierra”, en diversos ámbitos.

La segunda parte examina experiencias de saneamiento en seis regiones del país donde trabaja CIPCA, en el Chaco y Guarayos (Santa Cruz), en la Amazonía (Norte y Sur), en el occidente (valles de Cochabamba y altiplano paceño). En cada caso, se ha descrito la región, la problemática de la tierra, los recursos naturales y, por supuesto, los actores involucrados.

Asimismo, se relata el desarrollo del proceso de saneamiento y los retos que se presentaban a futuro. Estas páginas son muy ricas pues se han alimentada no solo de la experiencia de los técnicos de CIPCA sino también de los aportes de los dirigentes indígenas y campesinos y de otros actores locales.

La tercera parte evoca “Un ajuste parcial de la norma agraria, diez años después”: tras examinar la ley INRA y la ley de Reconducción Comunitaria (ley 3545), se presenta una valoración de esta última. La comparación entre las dos normas es minuciosa. Además, se toca una serie de temas pendientes por resolver y se menciona un elemento esencial: el acceso de las mujeres a la tierra en la legislación agraria. Respecto a la valoración de la ley 3545, se han recogido percepciones de organizaciones indígenas y campesinas en torno a su aplicación.